Como parte de un género literario propio de la Biblia, las bienaventuranzas se conforman de tal manera que pueden tomarse como pautas de vida para imitar el ejemplo de proceder instaurado por Jesús. De esta manera y considerando la realidad del hombre actual, poner en práctica las bienaventuranzas en redes sociales corresponde a un interés propio de la comunidad cristiana, ya que al ser esta la mejor manera de reflejar el rostro de Cristo en los actos y pensamientos, este comportamiento también debe hacer parte de la interacción en plataformas online.
Ciertamente, reflejar la espiritualidad y los valores morales es más que nada el eje principal de esta invitación, siendo por consiguiente las bienaventuranzas el camino prometido hacia el gozo y la felicidad de los devotos.
Las bienaventuranzas y la felicidad del hombre
Al ser declaraciones de bendición, este conjunto de preceptos no deben ser vistos como regalos que aparecen de la noche a la mañana pues lo cierto es que generalmente precisan de un gran trabajo interior antes de evidenciarlas de manera fluida en el proceder. Se trata entonces de una serie de características que una vez asimiladas dan lugar a la recompensa de convertirse en una mejor persona, en otras palabras permiten liberarse de las ataduras de lo terrenal.
Pronunciadas por Jesucristo en medio de su mítico Sermón del Monte, estas conforman un precioso texto que insiste en lo imprescindible de un corazón bondadoso y preocupado por el bienestar del prójimo. Asimismo señalan cómo ofrecer los momentos de angustia al Señor para así darles el manejo adecuado es la mejor opción para que estos sean fuente de motivación, experiencia y resistencia espiritual ante las adversidades.
Dar ejemplo a través de las bienaventuranzas
Puesto que la comunicación es una constante en sitios como Facebook y sus similares, este escenario con un poco de empeño puede transformarse poco a poco en muestra viva de aquellas indicaciones suministradas con tanto amor por el Hijo de Dios.
Actos sencillos pero honestos y ante todo empáticos abren la puerta para socializar de una manera mucho más sosegada que pueda dejar en el olvido el herir aprovechando el «escudo» que supone estar detrás de una pantalla. El Espíritu Santo será el máximo proveedor del ánimo y solidez para no caer en las viejas costumbres y así dar paso paulatinamente a una vida colmada de gozo, bendiciones y prosperidad, aspectos que son parte de lo que la Divina Trinidad desea para nosotros.